La carne de ave es a menudo recomendada como una de las variedades de proteínas animales más sanas y con menos grasas. Esta categoría incluye carnes provenientes tanto de aves de granja para producir huevos y aprovechar su carne como de aves que son más comúnmente cazadas que criadas, como por ejemplo el faisán. Las aves de granja más comunes son el pollo, el pato y el pavo, todos estos registrados en la tabla de calorías. Otros animales de mayor tamaño como el avestruz o el emú, también incluidos en la tabla de calorías, también son criados en granjas. Como con todas las carnes, el valor nutricional depende del ave en concreto y del lugar donde se ha criado. Por ejemplo, la pechuga de pollo o pavo es generalmente aconsejada en dietas por ser carnes bajas en calorías y grasas, a la vez de una gran fuente de proteínas. La parte con más grasa y colesterol es la piel, así como los muslos contienen más calorías provenientes de grasa que proteínas. No obstante, la mayor parte de la grasa de la carne de ave es sana, ya que contiene grasas monoinsaturadas. Además es una fuente de proteínas recomendada para todas las dietas no-vegetarianas. Sin embargo, en los platos precocinados lo mejor es consultar la tabla nutricional de la etiqueta para así conocer las calorías añadidas.